Existen dos tipos de archivos: los raster y los vector. Los más comunes, los primeros, utilizan miles de píxeles para construir una imagen y sus formatos más comunes son el JPG, el GIF y el PNG. Cuando se genera un archivo de este tipo, se debe tener en cuenta que no se puede cambiar su tamaño sin perder calidad, dado que el tamaño de los píxeles cambiaría, deformándose y haciendo que la imagen pierda calidad.
Los archivos vector son mucho más flexibles, ya que dependen de ecuaciones matemáticas, por lo que seguirán teniendo una calidad de imagen impecable aunque se modifique su tamaño. Es por ello por lo que los diseñadores gráficos suelen emplear este tipo de formatos para poder adaptar todos sus diseños a cualquier soporte. Además, los vectores pueden convertirse a JPG y PNG muy fácilmente.
Formatos raster:
JPG: El archivo de fotos más común. En muchas ocasiones se optimizan para reducir el peso de la imagen, pero comporta una pérdida de calidad y esta podría llegar a granularse.
PNG: Son como un archivo JPG, pero no ofrecen la posibilidad de ser optimizados. Además, su mayor particularidad es que pueden tener fondos transparentes, por lo que son muy útiles si quieres poner la imagen sobre algún tipo de fondo.
GIF: Este formato se utiliza para elaborar pequeñas animaciones, siendo una excelente opción para generar iconos y elementos simples con movimiento, pero no para imágenes.
Formatos vector:
EPS: Se suele utilizar para elementos como los iconos, ya que son un formato altamente compatible con versiones recientes y pasadas de Illustrator.
Ai: El formato más común para guardar los archivos generados en Adobe Illustrator. Son comúnmente utilizados por diseñadores gráficos, diseñadores de logos, ilustradores, etc.
SVG: Son formatos de archivos vector para la web. Por ejemplo, si lo que quieres es crear una animación y colgarlo en una página web, este formato es ideal para que la calidad se mantenga alta y el diseño no se pixele ni se granule.